Fernando Alonso quiere ser campeón del mundo en 2017. El asturiano admite que ahora mismo la situación de McLaren-Honda es delicada, pero señala que el progreso es innegable y que si consiguen dar un paso adelante en materia de potencia pueden verse de repente en la lucha con las escuderías que ahora mismo dominan la Fórmula 1. Trabaja en su día a día con la convicción de que ese momento llegará más pronto que tarde.
El motivo que inspira a Alonso esta esperanza es el progreso de Honda, que este curso ha dado un paso adelante bajo la batuta de su nuevo director, Yusuke Hasegawa. Explica que en 2015 el motor era un producto inacabado, víctima de un calendario que les obligó a estar en pista a finales del mes de enero. 2016 ha sido una mejora importante y por ello Fernando confía que en 2017 los japoneses den el salto de calidad que les devuelva a la parte superior de la clasificación.
"Trabajas de la misma forma si luchas por la Pole que si luchas por ser décimo en parrilla. La satisfacción será igual porque habrás dado el máximo. Por supuesto, quieres que cambie. Cada día trabajas imaginando que la victoria llegará en el futuro. Es por eso que cada vuelta es importante, que cada impresión que intercambias con los ingenieros es importante, porque el año que viene queremos ganar el Campeonato del Mundo. Puede sonar extraño estando donde estamos, pero el objetivo es ese".
"Sabía que empezar de cero no iba a ser fácil. Empezamos desde muy atrás, porque el rendimiento del motor que tuvimos al principio era muy reducido. Se ha hecho mucho en muy poco tiempo. El año pasado fue muy difícil, fue doloroso, porque nos encontramos en los circuitos problemas que probablemente se podrían haber solucionado en el banco de pruebas. Este año podemos ver que las cosas han mejorado. Es posible que seamos el equipo que más ha mejorado en estos últimos 12 meses. Hemos conseguido la fiabilidad, todavía nos falta rendimiento. Eso llegará el año que viene".
"Honda todavía está al principio de su camino, todavía tenemos mucho progreso, pero no pienso que haya grandes diferencias si se compara su actitud con la de otros fabricantes presentes en la Fórmula 1. El rendimiento del año pasado debería haber sido el que tenemos ahora, pero en 2015 la temporada llegó demasiado pronto y no estábamos preparados. Honda no subestimó el programa ni su compromiso, simplemente las cosas llegaron muy rápido. Si consideramos los primeros 18 meses de la era híbrida, es probable que no hubiera ningún constructor al nivel actual que tiene Honda. El problema es que los otros motores han estado trabajando durante 36 meses y no es fácil recuperar esa ventaja en la mitad de tiempo. Pero estoy seguro de que llegará el momento en el que seremos los mejores de todos".
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