Pocos aficionados conocerán a Marcin Budkowski, pero el hasta hace poco director técnico de la Fórmula 1 y ya ex empleado de la FIA es uno de los mayores conocedores de los secretos técnicos de los equipos de la Fórmula 1. Y uno de ellos, se sospecha que Renault, parece que se lo lleva para casa. Con gran escándalo de sus rivales.
El técnico polaco trabajó en Ferrari y McLaren la década pasada. Desde allí, pasó a la FIA en 2014. Hasta hace unos días, ostentaba el cargo de director técnico de la F1., pero una oferta repentina lo cambió todo y, a falta de la confirmación oficial, su destino y el de todos los secretos en su conocimiento pasarán a un equipo Renault que espera a Carlos Sainz en 2018 y cuyos motores se incorporarán al MCL33 de Fernando Alonso.
La clave del éxito, en el cerebro de un hombre
Durante estos años, por las manos de Budkowski han pasado toda la información técnica de la F1. Incluyendo las consultas de los equipos ante posibles novedades o conceptos técnicos. Su posición implicaba trabajar con todos los equipos, conociendo sus planes presentes y futuros. Incluyendo los de la temporada 2018. Pero desde hace unos días, Budkowski es oficialmente agente libre y en solo tres meses podría estar trabajando para el equipo francés que, sospechan sus rivales, será su próximo destino.
Dentro de la Fórmula 1, según la legislación suiza que la controla, un empleado debe estar tres meses de brazos cruzados entre contratos en lo que se conoce como 'periodo de jardinería' por su nombre en inglés. Estos tres meses permitirían que Budkowski pudiera comenzar a trabajar en un equipo el 1 de enero de 2018; algo particularmente probable... y atractivo para quien lograra tentarle. Descartados los equipos que se han quejado de forma pública, las opciones se reducen y parece que la respuesta correcta es Renault. El equipo francés se encuentra en pleno proceso de crecimiento y reestructuración. De confirmarse, representaría un buen gol a sus rivales
Los equipos, enfadados con Budkowski y la FIA
En la rueda de prensa oficial de los jefes de equipo, Christian Horner explicó por qué es importante para los equipos evitar que se produzca el fichaje: "Se deposita mucha confianza en las personas que ocupan el cargo de Budkowski. Ha estado en una posición extremadamente privilegiada que le ha permitido estar muy recientemente en los túneles de viento de los demás, conociendo detalles íntimos de los coches del próximo año". Según el jefe de equipo de Red Bull, tres meses no son suficientes, puesto que en un caso como este, el conocimiento que tenga Budkowski seguiría siendo relevante en enero. El británico cree que el tiempo de espera en un cargo con este grado de accesodebería estar entre 12 y 18 meses.
Otmar Szafnauer, director de operaciones de Force India, ofrecía un punto de vista interesante sobre lo que habría que hacer en estos casos: "Tenemos normativas que nos prohíben vender coches actuales por el mismo motivo. Estos deben tener exactamente un año, antes de poder venderlos. Por ello creo que en casos como este, deberíamos hacer algo parecido". Otros jefes de equipo como Frédéric Vasseur hablaban de la necesidad de poder confiar en la FIA y del peligro que supondría para la Fórmula 1 el hecho de no proteger a los equipos, pues estos dejarían de compartir información con el organismo regulador: "No podemos ser abiertos con la FIA si eso nos va a perjudicar. Debemos saber dónde va a ir Marcin", concluyó el francés. Para la Fórmula 1, es una situación extremadamente delicada. Muy política pero con efectos potenciales muy evidentes en el plano deportivo.
La resolución de esta situación no es sencilla, pues según lo que hiciera la FIA, esta podría ser acusada de reaccionaria o de coartar las libertades de sus trabajadores de cambiar de empresa. Por otra parte, equipos como Red Bull ya han amenazado con tomar medidas legales contra la propia FIA en caso de que Budkowski acabe trabajando para otro equipo en tres meses. Esto deja a la categoría reina del automovilismo en una situación tan incómoda como delicada y nada difícil de resolver. En todo caso, Renault parece dispuesta a todo con tal de volver a ganar.
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