Antes de que México se uniera al calendario actual de F1, sentía que Austin era el GP de casa, así que siempre estoy feliz de poder venir aquí. Estoy cerca de mi hogar y puedo pasar tiempo con mi familia y amistades en el circuito. Siempre tengo invitados conmigo y hay tantos fans que vienen a verme desde México hasta Austin, que es increíble poder ver algo así e intentar dar lo mejor de mí ante ellos".
"La ciudad es muy agradable y nunca te falta de nada. Siempre tienes algo que hacer. Todo el lugar se llena de vida por la noche y hay muchos bares y restaurantes cercanos para poder disfrutar. Por supuesto, estar allí para la carrera significa que no tienes esa oportunidad de salir y estar mucho fuera del circuito, pero se puede dar uno un paseo tranquilamente y te da la oportunidad de disfrutar del ambiente y ver la atmosfera que hay con todos los aficionados. Es una ciudad joven, con muchos estudiantes, y que le da un muy buen ambiente".
"El circuito es increíble. Las instalaciones son impresionantes y una vez que comienza el espectáculo, el ambiente es buenísimo. Es bastante diferente al ambiente normal de la F1 y lo convierte en un cambio muy bienvenido. La curva uno a ciegas es todo un desafío: una vez vas llegando a la cima de la colina, el vértice es ciego, por lo que no se puede ver realmente cual es la mejor trazada para la curva. Hay que intentar tener fe e ir a por ella, y si dudas – que es muy fácil que ocurra – perderías bastante tiempo muy importante para el resto de la vuelta. Hay que tratar de conseguir los cálculos correctos".
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