F1 2017 mira hacia el pasado y perfecciona la fórmula.


El simulador de Codemasters se renueva con cambios muy acertados
Introduce coches clásicos como el Renault que hizo campeón a Alonso

Su modo Carrera lo convierte en el juego de F1 más completo hasta ahora


La Fórmula 1 virtual se hace esperar cada año. El videojuego oficial del campeonato llega cuando ya llevamos más de media temporada “real” disputada. La desarrolladora Codemasters es, desde 2009, la empresa encargada de llevar a nuestros mandos la emoción de las carreras. Especializados en títulos de conducción como la saga Dirt, los británicos han alternado entregas en las que había saltos jugables importantes y otros en los que apenas había novedades. Afortunadamente, parece que F1 2017 es de las que suponen un avance. Estas son las impresiones que nos ha dejado el juego:
Un modo Carrera profundo y tecnológico

El deporte más tecnificado del mundo no había tenido hasta ahora un tratamiento adecuado en su faceta de gestión, al menos en las consolas. Desde el mítico Formula 1 de Bizarre para la Playstation original, la licencia ha ido pasando por diferentes desarrolladores (EA, Studio Liverpool y Codemasters) sin saber reflejar fielmente el complejo mundo de las escuderías.
Ahora por fin nos vamos a sentir como Fernando Alonso… esperando que lleguen las mejoras a nuestro monoplaza. El modo principal, Carrera Profesional, ha aumentado su profundidad e involucra más al jugador en el día a día de la escudería.
Tras crear a nuestro piloto y elegir en qué escudería correrá, comenzaremos a tomar decisiones para desarrollar nuestro coche. La selección de la escudería que hagamos será importante, no solo porque nuestros jefes serán más o menos exigentes sino también porque nuestro bólido tendrá unas carencias u otras. Si elegimos correr con McLaren Honda tendremos un equipo poco exigente pero uno de los peores coches de la parrilla, con un motor pésimo. Se ve que en Codemasters han hecho un buen trabajo de investigación.
F1 2017 presenta dos conceptos que amplían la experiencia de los juegos de Fórmula 1 que conocíamos: el árbol tecnológico y el desgaste de las piezas. Si superamos los distintos retos que nos plantea la escudería, tanto en los entrenamientos como en carrera, iremos ganando puntos de recursos. Esos puntos de recursos los gastaremos en el árbol de I+D para comprar las mejoras, que se engloban en cuatro áreas: motor, aerodinámica, chasis y durabilidad.
Desarrollar la durabilidad es fundamental para progresar en el juego. Solo tenemos cuatro cajas de cambio y cuatro ejemplares de las piezas del motor para un largo campeonato de 20 pruebas. Por mucho que mimemos nuestro propulsor, si no mejoramos su durabilidad nos veremos expuestos a sanciones por cambios adicionales en las piezas.
Como es lógico, las evoluciones en el motor no son inmediatas y para las más complejas tendremos que esperar varios Grandes Premios. Lo normal será que empecemos con un coche muy lejos de su potencialSegún vayamos aplicando las 115 mejoras disponibles iremos comprobando cómo cada vez se vuelve más competitivo. Un gráfico nos mostrará a qué distancia tecnológica se encuentra nuestra escudería respecto a las demás y podremos saber a qué aspirar en la pista.
Vigila los cielos, ahí podría estar la clave
Uno de los aspectos que más sorprende del juego es su climatología dinámica, muy bien recreada. Las condiciones pueden cambiar en cuestión de minutos y una carrera que empieza con lluvia intensa puede acabar con la pista seca. Nuestro ingeniero jefe nos irá dando la previsión para las siguientes vueltas y nos puede proponer un cambio de estrategia para sorprender a los rivales. Esa carrera que estaba perdida se puede convertir en una victoria si cambiamos a neumáticos de seco antes que el resto de pilotos.
La comunicación con el muro será constante en F1 2017Podemos pedir de viva voz información a nuestro equipo: cómo van los rivales que llevamos delante y detrás, qué ritmo lleva nuestro compañero y el estado de la pista, entre otras muchas. El ingeniero jefe nos irá actualizando el estado del vehículo y recomendará que cambiemos la mezcla de combustible o que cuidemos el motor, por ejemplo. La sensación de inmersión en el mundo de la Fórmula 1 es muy alta con estos detalles técnicos.
Corre como los campeones: Senna, Prost, Schumacher y Alonso
Los monoplazas históricos regresan a la franquicia, esta vez más integrados en el juego que nunca. No solo se pueden usar en carreras individuales, sino que aparecen en distintos retos intercaladaos en el modo Carrera Profesional y protagonizan sus propios campeonatos. Podremos conducir 12 clásicos, desde el McLaren MP4/4 de 1988 que pilotaron Senna y Prost en su primer año juntos hasta el Red Bull RB6 con el que Vettel se proclamó campeón en 2010. Junto a ellos, joyas como el Williams de Nigel Mansell, varios Ferraris de Schumacher y el Renault R26 con el que Alonso logró su segundo Campeonato del Mundo en 2006.
Fuente: rtve.es
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