Hace cuarenta años se dio una situación parecida. James Hunt y Niki Lauda pelearon por el título hasta la última carrera en Fuji. Lauda tenía ventaja sobre Hunt, al igual que Rosberg sobre Hamilton. Rosberg es conocido por su calma, y Hamilton por su gusto por salir de fiesta y vivir a lo loco fuera de las pistas.
"Fue como Hamilton y Rosberg hoy", recuerda Lauda a Press Association. "Uno vive un estilo de vida, el otro es todo lo contrario. Es una situación similar a la que vivimos James y yo. Yo intentaba concentrarme y trabajar en el coche. Él tuvo una vida fácil y lo puso todo en orden de otra forma. Era excéntrico, extrovertido. Un tipo raro, pero muy bueno para la F1".
Dicha temporada terminó bajo un diluvio a los pies del Monte Fuji. Lauda iba líder del campeonato, pero las condiciones eran peligrosas. Decidió retirarse, y Hunt peleó contra todos los elementos (incluído un pinchazo) para ser tercero y llevarse la corona. "Tengo que decir que cuando James ganó el campeonato, me dije a mí mismo que el único que merecía el título era él.
Con sus altibajos, su adicción a la bebida y la forma en la que vivía la F1, me alegré por él y se lo dije", afirma Lauda.
Cuarenta años después, un piloto calmado y rápido lidera la tabla con un piloto alocado, extrovertido y fiestero persiguiéndole. 100 puntos por delante, tan sólo 33 de diferencia. La pelea no ha terminado.
"Fue como Hamilton y Rosberg hoy", recuerda Lauda a Press Association. "Uno vive un estilo de vida, el otro es todo lo contrario. Es una situación similar a la que vivimos James y yo. Yo intentaba concentrarme y trabajar en el coche. Él tuvo una vida fácil y lo puso todo en orden de otra forma. Era excéntrico, extrovertido. Un tipo raro, pero muy bueno para la F1".
Dicha temporada terminó bajo un diluvio a los pies del Monte Fuji. Lauda iba líder del campeonato, pero las condiciones eran peligrosas. Decidió retirarse, y Hunt peleó contra todos los elementos (incluído un pinchazo) para ser tercero y llevarse la corona. "Tengo que decir que cuando James ganó el campeonato, me dije a mí mismo que el único que merecía el título era él.
Con sus altibajos, su adicción a la bebida y la forma en la que vivía la F1, me alegré por él y se lo dije", afirma Lauda.
Cuarenta años después, un piloto calmado y rápido lidera la tabla con un piloto alocado, extrovertido y fiestero persiguiéndole. 100 puntos por delante, tan sólo 33 de diferencia. La pelea no ha terminado.
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