Alonso, tras las huellas de Senna

Con 33 años, el español gastará posiblemente en la escudería británica las últimas balas que le quedan en la recámara. Nadie desde el alemán Michael Schumacher, que en 2004 ganó con 35 años, se proclamó campeón del mundo tan mayor.
Pero Alonso cree que la edad no es un problema. "Tenemos tiempo, tenemos esperanzas y tenemos los recursos necesarios. Hagamos que vuelva la leyenda. Ese es nuestro reto", dijo confiado el español, que regresa a la escudería de la que salió en 2007 por las diferencias con Ron Dennis, que continúa hoy siendo el jefe.
Alonso coincidirá en el paddock con otros dos pilotos españoles, los debutantes Carlos Sainz y Roberto Merhi. Pero no será al menos hasta la segunda carrera, en Malasia, cuando se puedan fotografiar juntos los tres.
Y es que un misterioso accidente en Barcelona durante los ensayos de pretemporada impedirá que Alonso compita este fin de semana en Australia. "Estoy perfectamente", dijo en un video tras tres días hospitalizado. Pero los médicos recomiendan reposo a un piloto que perdió el control de su bólido en una curva fácil de un trazado que conoce a la perfección. Circularon todo tipo de teorías, pero el incidente sigue bajo investigación.
Lo que sí parece bastante claro es que el nuevo bólido de McLaren-Honda, el MP4-30, no será tan dominador -al menos en 2015- como el coche que fue la medida de todo a finales de los 80 y principios de los 90 con Senna y el francés Alain Prost al volante.
McLaren ganó durante cuatro años consecutivos los ocho títulos en juego -cuatro de pilotos y otros tantos de constructores- y logró 44 victorias. Tres de esas coronas terminaron en las vitrinas de un Senna que podría ver cómo Alonso le iguala en títulos en la casa donde forjó su leyenda.
"Estamos listos para la nueva era", proclamó Alonso, campeón del mundo en 2005 y 2006 con Renault. Pero durante los ensayos de febrero quedó demostrado que aún falta mucho rodaje para ensamblar todas las piezas.
Alonso no logrará ningún punto en el primer Gran Premio. Un situación similar vivió Senna en 1988, descalificado en su debut en Brasil, entonces primera carrera del calendario. El mito brasileño terminó ganando aquella temporada su primer título.
En 1989 triunfó Prost, mientras que Senna se coronó de nuevo en 1990 y 1991. "Crecí viendo el dominio de esos coches cuando era niño", recordó Alonso, uno de los pilotos más respetados del paddock pero lejos del carisma de Senna.

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