Después de los rumores de 2021, la familia Andretti ha hecho oficial su solicitud a la FIA de formar un equipo nuevo, el undécimo de la parrilla, para la temporada 2024 de la Fórmula 1. Michael Andretti, hijo de Mario, está a la cabeza del proyecto.
El estadounidense Mario Andretti fue campeón del mundo de Fórmula 1 en 1978, y además de ganar Le Mans, instauró una legendaria reputación en suelo estadounidense. Su hijo, Michael, llegó a ser compañero de equipo de Ayrton Senna en McLaren en 1993, pero su verdadera fama llegó al colgar el casco.
Michael Andretti gestiona los siete equipos de carrera que la firma que porta su apellido –y que dirige junto a su padre– luce por todo el mundo en competiciones como IndyCar, Fórmula E, Extreme E, IMSA, IndyLights, SuperCars y SuperCopa.
Sin embargo, el interés de la familia estadounidense siempre ha recaído sobre la Fórmula 1. Tanto fue así, que durante 2021 fueron públicas las negociaciones que instauraron con Sauber para la compra del equipo Alfa Romeo.
Sin embargo, esas negociaciones se truncaron por falta de un acuerdo económico y los Andretti prometieron que volverían a intentar llegar a tener un equipo en F1.
Al inicio de 2022, salieron por primera vez a la segunda bolsa más grande de Estados Unidos –NYSE– con el fin de recaudar una cifra cercana a los 20 millones de euros. Cantidad que parece acercarse a la que necesitaban para efectivamente conseguir un equipo de F1.
Ahora, y de forma repentina, Mario Andretti ha confirmado que su hijo Michael ha enviado una petición formal a la FIA para crear un equipo nuevo –ya no comprar uno existente, sino ser el undécimo equipo de la parrilla– desde la temporada 2024 de la Fórmula 1.
El proceso pasa ahora porque la FIA de Mohamed Ben Sulayem valore las posibilidades del proyecto y les permita la licencia necesaria para arrancar los planes de la construcción de dicho equipo.Mario ha asegurado que su plan de equipo "cumple con todos los requisitos". Lo que no está del todo claro es si tienen la liquidez fiduciaria para afrontar el canon de 200 millones de dólares que hay que pagar si se quiere crear un nuevo equipo en la F1.
Tampoco está claro si la FIA va a eliminar esa tasa inicial para permitir que otros inversores busquen tener equipos en la categoría reina.
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