El piloto balear espera pasar página tras "la decepción de Argentina" y pide "más tiempo" para acabar de aclimatarse a la RC213V.
Puede ser su gran revancha. Después de dos sufridos Grandes Premios en el arranque de la temporada, Jorge Lorenzo (Repsol Honda Team) espera quitarse la espina en el Gran Premio Red Bull de Las Américas.
El '99' mira hacia delante tras el mal recuerdo de la cita en Termas de Río Hondo, donde vio hipotecada su carrera fruto de una mala salida: "Después de la decepción de Argentina, estoy preparado para volver a pista y pilotar de nuevo".
Lorenzo, eso sí, quiso reivindicar los progresos realizados, pese a que no han tenido recompensa en las dos carreras disputadas hasta la fecha. "El resultado no lo refleja, pero hicimos un buen progreso la última vez y estamos entendiendo cada vez más la moto", comentó el balear.
En Termas de Río Hondo el tricampeón mundial de MotoGP volvió a tener problemas de grip, que condicionaron notablemente su pilotaje. En ese sentido, Jorge expresó sus sensaciones, alimentando la ilusión sobre una mejoría cercana en sus resultados.
"Cuando las condiciones ofrecen agarre, me siento muy fuerte con la Honda", reveló Lorenzo, que también reclamó algo de paciencia a la espera de obtener mejores resultados en su primera campaña con HRC.
El balear fue claro. El paso de la DesmosediciGP a la RC213V no estaba llamado a ser, necesariamente, un camino de rosas y la adaptación, en efecto, no ha sido sencilla: "El equipo y yo solo necesitamos más tiempo de pilotaje para entender cómo mantener estas sensaciones cuando disminuye el agarre".
La cita en Texas es toda una revancha para Lorenzo, que ya sabe lo que es subir al podio en el Circuito de Las Américas. Lo hizo en 2013 y 2016 cuando fue tercero y segundo, respectivamente, en su etapa en Yamaha. Es difícil aventurar cuál será su resultado en Austin, pero de una cosa no hay duda: El grip volverá a ser un elemento diferencial para Jorge.
Comentarios
Publicar un comentario