Denny Hamlin no solo es el campeón defensor de la Southern 500. El año pasado ganó también la carrera de la NASCAR Xfinity Series y tiene el mejor promedio de posición final en la pista con 10 Top 10s en 12 carreras de la Monster Energy Series en el Darlington Raceway.
Pero Hamlin no solo está interesado en celebrar el fin de semana retro de la Bojangles Southern 500 (domingo, 6 PM, Este por NBCSN, MRN, SiriusXM NASCAR Radio). Su objetivo está en el futuro; necesita ganar.
El piloto del Toyota Camry No. 11 de Joe Gibbs Racing ha ganado por lo menos una carrera por temporada desde que debutó en la máxima serie de la NASCAR en 2006 y ha ganado por lo menos dos en siete, incluyendo su máximo de 8 banderas a cuadros en 2008.
Sin embargo, el popular piloto de Virginia, no ha podido celebrar en Victory Lane en 2018 y está ansioso por cambiar eso en una de sus pistas favoritas, donde la historia está a su favor.
Hamlin tiene dos victorias en la Monster Energy Series y esta pista y cinco más en la NASCAR Xfinity Series. Además tiene el mejor promedio de posición final (5.8) entre los pilotos activos de la Cup Series con más de una carrera en el óvalo de 1,366 millas conocido como el “Más duro de domar” (Too Tough to Tame).
“Hay algo sobre esta pista que se acomoda a mi estilo”, dijo Hamlin en septiembre pasado, cuando celebraba su más reciente victoria. “Desde la primera vez que vine aquí a probar, Tony Stewart estaba aquí y me ayudó mucho a sentirme bien en esta pista.
“No sé exactamente lo que es, pero va bien con mi estilo. Correr en una línea poco convencional me ayuda aquí y pienso lo mismo cada vez que regreso porque aprendo algo nuevo de cada experiencia, lo que me ha llevado al éxito”, agregó.
Siguiendo la tradición del festejo con tema retro de Darlington, hay que recordar que el piloto que vino de lo más profundo de la parrilla de salida para ganar una carrera aquí fue Johnny Mantz, quien partió desde el puesto 43 en la carrera inaugural en 1950, tras superar a 75 autos.
Mantz ganó la carrera por nueve vueltas, seguido por Fireball Roberts y Red Byron, entre otras leyendas como “PeeWee” Martin, quien fue 30mo. y “Slick” Smith, 33ro. En total, 67 de los 75 autos que arrancaron, terminaron la carrera.
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