La racha de dominio de Kevin Harvick terminó en la vuelta 83 de la Coca-Cola 600 en el Charlotte Motor Speedway, cuando una llanta pinchada lo hizo perder el control y estrellar su Ford No. 4 de Stewart-Haas Racing, tras haber escalado desde el fondo del pelotón hasta la 4ta. posición.
Harvick tuvo que arrancar desde el último puesto debido a que su auto no aprobó la inspección previa a la clasificación el jueves.
Sin embargo, en 70 vueltas logró colocarse dentro del Top 5, hasta que sufrió el accidente que lo sacó de la carrera y terminó con su racha de tres victorias consecutivas: dos carreras oficiales de la Monster Energy NASCAR Cup Series y la All-Star Race de la semana pasada.
Harvick, quien ganó cinco de las primeras 12 carreras de la temporada regular, era el favorito para ganar la carrera más larga del calendario.
“No recibí ninguna advertencia”, dijo Harvick. “Tuvimos muchos problemas todo el fin de semana, pero volvimos con un auto muy rápido. Fue un honor poder manejarlo mientras duró. Hoy fue uno de esos días. A veces tienes días buenos y a veces días malos”.
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