Marc Márquez no se achica pese a llegar al territorio de Valentino Rossi, donde ya ganó el año pasado y quiere repetir este año.
El Gran Premio Octo di San Marino e della Riviera di Rimini trae buenos recuerdos a Marc Márquez (Repsol Honda Team). Porque ha ganado cinco veces (2010 en 125cc, 2011 y 2012 en Moto2, y 2015 y 2017 en MotoGP). La victoria de la temporada pasada, bajo la lluvia sanmarinense fue clave en su camino para ser campeón.
Se trata de la pista de casa para Valentino Rossi, pero poco parece importarle eso al de Cervera. El año pasado arriesgó para superar a Danilo Petrucci en la última vuelta de carrera, en un final que resultó ser no apto para cardiacos. Pese a la ventaja de 59 puntos al comando del Mundial, admite que no cambiará su mentalidad en busca de sumar “otro buen recuerdo”.
“El circuito de Misano es revirado y más lento en comparación con otros del calendario, con muchas frenadas y aceleraciones”, confirma Márquez. “Ha sido un trazado favorable para nosotros en el pasado; tenemos muy buenos recuerdos y evidentemente intentaremos añadir uno nuevo el próximo domingo. Hace un año me sentí bien sobre la moto y pude pilotar como quería, pero el viernes saldremos a pista con la mentalidad de siempre, preparados para enfrentarnos y adaptarnos a cualquier situación que nos encontremos. Intentaremos entender las condiciones y el agarre de la pista, para mejorar sesión tras sesión, esperando tener un fin de semana soleado y caluroso”.
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